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El funcionamiento del adulto se construye a lo largo de su desarrollo desde los primeros momentos de vida hasta la adultez, pasando por la adolescencia. Esta construcción se da de forma progresiva y también con momentos críticos o “ventanas de oportunidad” en los que se alcanzan aprendizajes específicos. Es tarea de los cuidadores crear un clima de confianza en el hogar y conocer tanto a sus hijos/as como las características de la etapa que atraviesa, para saber responder de forma óptima a sus necesidades.

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Las etapas evolutivas

EVALUACIÓN

 

> LAS ETAPAS EVOLUTIVAS

Vamos a ver las características principales de cada etapa, desde el nacimiento hasta la mayoría de edad, teniendo en cuenta que, aunque distinguimos los ámbitos de desarrollo para explicarlos con mayor claridad, están, en la práctica, estrechamente interconectados. Cabe destacar también el margen de variabilidad que existe en los tiempos de aprendizaje de cada niño o niña. Si se observan conductas que se alejan mucho de lo esperado para la edad, es aconsejable acudir a especialistas para que valoren cada caso. 

> 0-12 MESES


 Desarrollo emocional:

  • Tienen necesidades fisiológicas y de cuidado constantes cuya satisfacción por parte de la figura de referencia les aporta un bienestar y sentimiento de apego fundamental. 

  • Hacia el tercer mes aparece la ”sonrisa social” en respuesta a la de otra persona.

  • Pueden tener pesadillas, asociadas a la posibilidad de desplazamiento autónomo (8 – 12 meses)

 Desarrollo cognitivo:

  • A las 3 semanas comienzan a reconocer el rostro de su cuidador.

  • Van desarrollando la conciencia de que algo siga existiendo incluso cuando no pueden verlo (permanencia del objeto, 8 – 12 meses).

  • Empiezan a establecer un ritmo, por ej. todas las noches se despierten a la misma hora (6 – 12 meses). 

  • Reconocen a los padres y pueden buscarlos con la mirada si se les nombra (6 – 12 meses).

  • Empiezan a balbucear sonidos simples, sin la intención de usarlos para comunicar (a partir de los 5-6 meses).

 Desarrollo  psicomotor:

  • Tienen los reflejos propios de los recién nacidos (0-3 meses). 

  • Empiezan a agarrar con las manos.

  • Comienzan a sujetar su cabeza y a ponerse de pie agarrándose a algo (6 – 12 meses).  

  • Tiran objetos para observarlos caer (6 – 12 meses).

Desarrollo interpersonal: 

  • Se empieza a establecer el tipo de relación y de apego que cada niño/a desarrolla según la confianza y seguridad que le aporten los adultos de referencia.

  • La comunicación es no verbal, en primer lugar corporal y gestual; y con los primeros sonidos después. 

Rol de los cuidadores: 

  • Responder al llanto, proporcionar contacto físico cariñoso y seguridad (acariciar, mecer, tomar en brazos, hablar con cariño, cantar). Un entorno atento y cálido estimulará su confianza en el mundo y lo percibirá como un lugar seguro y amable.

  • Hacer masajes en momentos de tranquilidad del bebé, respetando las señales de placer o incomodidad, para ayudar el desarrollo sensorial, muscular y relacional con el/la pequeño/a.

  • Responder a los primeros sonidos interactuando con el bebé, para estimular el desarrollo del lenguaje y la intención comunicativa. 

  • Empezar a establecer rutinas de sueño, alimentación e higiene para aumentar el sentido de seguridad a través de la previsibilidad de los acontecimientos. 

TRASTORNOS

> 1-2 AÑOS


 Desarrollo emocional:

  • Empiezan a usar el “NO” para expresar su punto de vista o los sentimientos a los que no saben dar nombre. 

  • Pueden experimentar mucha frustración por los límites que, por seguridad, ponemos a su exploración y la suelen expresar a través de rabietas.

 Desarrollo cognitivo:

  • Llegan a reconocerse en el espejo.

  • Tienen una explosión de la comunicación verbal y del vocabulario. 

 Desarrollo psicomotor:

  • Suelen gatear y aprenden a caminar, primero con apoyos hasta conseguirlo de forma autónoma.

  • Pueden trepar por escaleras con pies y manos, y llegar a subir y bajar escalones de uno en uno sin apoyar las manos. 

 Desarrollo interpersonal:

  • Llegan a demostraciones espontáneas de cariño con sus figuras de apego.

  • La disciplina excesivamente estricta puede llevarle a sentimientos de culpabilidad.

  • Tienen el sentido de lo que es “mío”, pero no de lo que es de otras personas.

Rol de los cuidadores: 

  • Apoyar la exploración en seguridad, para estimular en los/las hijos/as la autonomía, respaldada por un sentido de confianza en sí mismos/as y en el mundo. 

  • Reforzar el vocabulario a través de la comunicación, lectura, escucha y respuestas a sus preguntas. 

  • Estimular el control de los esfínteres sin castigos ni reproches, para evitar tensiones innecesarias y que el resultado final se viva como un logro por su parte. 

  • Ser modelo de formas constructivas de gestión emocional, tolerancia a la frustración y resolución de conflictos.

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> 2-3 AÑOS


 Desarrollo emocional:

  • Aparecen temores debido a la capacidad de imaginación como por ej. a la oscuridad, sonidos, sombras, monstruos, fantasmas, etc.

  • Rabietas y pataletas siguen siendo la manera de expresar sus frustraciones, al no tener aún un lenguaje elaborado ni los mecanismos de regulación emocional madurados.

 Desarrollo cognitivo:

  • Empiezan a estar preparados para desarrollar el control de los esfínteres durante el día. 

  • Pueden empezar a controlar los esfínteres durante la noche hacia los 3 años. 

  • Se pueden resistir a ser cogidos en brazos, síntoma de la mayor autonomía que sienten sobre su cuerpo. 

  • Conocen su propio sexo.

 Desarrollo psicomotor:

  • Aumenta la motricidad fina: pueden quitarse la ropa, manejar el vaso y el tenedor.

 Desarrollo interpersonal:

  • Empiezan a entender las relaciones sociales, por lo tanto, pueden ser tímidos con los extraños. 

  • Pueden tener celos hacia otros/as niños/as. 

Rol de los cuidadores: 

  • Proporcionar un entorno seguro en el que explorar y moverse.

  • Estimular sus curiosidades.

  • Respetar sus ganas y nivel de autonomía.

  • Estar presente en los momentos de temores.

  • Enseñarles a regular sus emociones y conductas durante las rabietas y otras expresiones de rabia, tristeza, frustración, etc. 

> 3-5 AÑOS


 Desarrollo emocional:

  • Empiezan a entender que los demás tienen sentimientos propios, y a comprenderlos. 

  • Disminuyen las pataletas. 

  • Siguen teniendo miedos que provienen, sobre todo, de su actividad imaginativa.

 Desarrollo cognitivo:

  • Disfrutan creando personajes e historias. 

  • Empiezan a cuestionarse el porqué de las cosas y a preguntárselo a los adultos. También preguntan sobre su origen: de dónde vienen los bebés. 

  • Empiezan a poder generalizar la información que reciben. 

  • Comprenden que las creencias pueden ser falsas.

 Desarrollo  psicomotor:

  • Saltan, corren, llegan a trepar con seguridad.

  • Observan, ayudan o imitan a los demás mientras hacen actividades.

Desarrollo interpersonal: 

  • Empiezan a querer que los padres estén orgullosos de ellos/as. 

  • Empieza a desarrollarse la empatía. 

  • La importancia de los cuidadores de referencia se acompaña con el interés hacia los pares.

Rol de los cuidadores: 

  • Estar disponibles para contestar a sus dudas y preguntas y apoyar su curiosidad. En las preguntas sobre el origen de los bebés, es positivo dar explicaciones simplificadas pero realistas, asociando el concepto de sexo con el de amor, cariño y respeto.

  • Expresar calmadamente la necesidad de descanso, para que vayan diferenciando sus deseos y emociones de los de los demás. 

  • Es importante apoyar sus ganas de hacer, probar, ayudar, medirse en tareas distintas, para respaldar y motivar su curiosidad hacia el aprendizaje. 

  • Poner límites y normas a la conducta del niño/a para que vaya manejando las expectativas y los deseos no cumplidos. 

  • Apoyar la capacidad de autocontrol del/de la niño/a frente a desilusiones y a aguantar la espera para la obtención de algo deseado, fomentando la posibilidad de verbalizar sus sentimientos, según su nivel evolutivo y características personales.

> 5-10 AÑOS


 Desarrollo emocional:

  • El ingreso en la escuela hace que empiecen a sentir las expectativas de los profesores. 

  • Las críticas expresadas de forma dura pueden afectar el desarrollo de una buena autoestima. 

  • Aumentan la capacidad de empatía y de toma de perspectiva de otras personas. 

 Desarrollo cognitivo:

  • Atienden por períodos más prolongados y aprenden nuevas normas y rutinas. 

  • Su capacidad de comprender y tener en consideración los pensamientos, creencias y deseos de los demás aumenta y se hace más compleja.

  • Llegan a poder predecir cómo se puede sentir alguien en relación con un acontecimiento.

  • Entienden que pueden herir a otros y comprenden el concepto de consecuencia. 

  • Se empieza a desarrollar el sentido ético.

 Desarrollo psicomotor:

  • Suelen ser muy enérgicos y activos, participando en juegos físicos y disfrutando de nuevos retos de movimiento.

  • Se mueven de forma cada vez más autónoma en recorridos conocidos. 

 Desarrollo interpersonal:

  • Se relacionan más establemente con sus pares y desean pasar tiempo con sus amigos/as. 

  • Les resulta importante sentirse capaces, por lo tanto, valoran lo que los demás piensan de ellos/as. 

  • Pueden empezar a entender la amistad como una relación menos egocéntrica y más equilibrada de dar y recibir. 

Rol de los cuidadores: 

  • Prestar atención a síntomas de malestar, como inseguridad, apatía, ira, tristeza, que puedan estar representando alguna dificultad.

  • Hablar con ellos/as para fortalecer la competencia de resolución de conflictos y autorregulación, y estimular la expresión de emociones, pensamientos y vivencias. 

  • Tener normas claras y estables.

  • Abrir el diálogo con ellos/as acerca de las normas para aumentar su sentido de responsabilidad hacia sí mismos/as y los demás.

  • Fomentar su colaboración y participación en las actividades del día a día, aprendiendo la importancia de la cooperación con los demás (en la familia y en el aula/colegio).

  • Usar las sanciones de forma inmediata y proporcional a la conducta, recordando que es más eficaz un refuerzo positivo a una conducta deseada que uno negativo. 

  • No estar ausente emocionalmente para el/la niño/a como forma de castigo. 

  • En caso de necesidad, averiguar si pueden existir problemas de atención, sensoriales, de lenguaje, etc. 

  • Reconocer la unicidad de cada niño/a evitando comparaciones con sus pares.

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> 10-13 AÑOS

 

La complejidad de esta etapa se asocia a la pubertad, un período de cambios fisiológicos y psico-emocionales que marcan el comienzo de la adolescencia. 


 Desarrollo emocional:

  • Los cambios físicos que empiezan a presentarse pueden asustarles o afectar a su autoestima.

  • Pueden desarrollar miedo a la guerra, a la enfermedad, al daño físico y al fracaso escolar.

 Desarrollo cognitivo:

  • Pueden ser más reacios a cumplir las normas y empezar a poner en duda la autoridad de los adultos en algunos aspectos.

  • Tienen principios éticos realistas y defienden sus derechos.

  • La sexualización caracteriza todos los cambios y los ámbitos.

 Desarrollo interpersonal:

  • La amistad se interpreta como un compromiso importante. 

  • Las competencias sociales suelen ser un criterio de autoevaluación muy relevante.

  • Confían en sus amigos y no aceptan que se salgan de las normas del grupo.

  • Buscan cierta autonomía, independencia y privacidad.

Rol de los cuidadores:

  • Mantener el diálogo abierto con ellos, hacerlos partícipes de las decisiones, y hablar de temas conflictivos, para afinar sus competencias de autocontrol y de resolución de conflictos. 

  • Hablar de los cambios físicos que van apareciendo y también del tema de la sexualidad que se relaciona con ello, de forma natural y clara, proporcionando material adecuado para que puedan informarse de forma autónoma y supervisada.

  • Respetar su demanda de espacio y autonomía en la medida de lo adecuado y seguro.

> 13-18 AÑOS


 Desarrollo emocional:

  • Se pueden sentir sobrepasados por los retos escolares, las expectativas sociales y las proyecciones de futuro. 

  • Suelen ser menos estables en sus aficiones, como en sus emociones. 

  • La presencia de contradicciones en sus sentimientos, sus ideas o en su entorno les puede llevar a vivenciar un malestar emocional importante.

 Desarrollo cognitivo:

  • Los conflictos con los adultos suelen representar una forma de definirse como individuos, con sus propios puntos de vista e ideas. 

  • El deseo de encontrar su identidad les hace tener más apertura a experiencias, cambios e incluso peligros.

  • La imagen corporal llega a tener una relevancia trascendental en el autoconcepto. Alrededor de los 17 años alcanzan su madurez física.

  • Suelen tener una visión inflexible y rígida del mundo y de las personas, que son blanco o negro, todo o nada, bueno o malo. 

 Desarrollo interpersonal:

  • Los pares se convierten en el centro de interés principal y metro de juicio de sí mismos/as y del mundo.

  • Necesitan encajar en el grupo y a la vez de encontrar su propio lugar.

  • Imitan modelos de referencia en la búsqueda de su identidad. 

Rol de los cuidadores: 

  • Tener presente y actuar con tolerancia frente a la variabilidad y la intensidad de las respuestas emocionales de los/as adolescentes, sin dejar que se superen los límites preestablecidos sin consecuencias.

  • Los límites y las normas dan estructura y estabilidad a los adolescentes en un periodo de desestabilidad significativa. Se precisa firmeza, prestando atención a que no se usen de forma rígida e insensible. 

  • Estar atentos, presentes, disponibles y preparados para hablar de temas importantes como los grupos de pares que frecuentan, el futuro o la sexualidad para evitar que recojan información equívoca que podría conducir a conductas disfuncionales.

desarrollo

El desarrollo de las competencias en la adolescencia

Un/a adolescente que ha tenido buenos modelos de resolución de conflictos y tolerancia a la frustración, y oportunidades de poner a prueba estas habilidades con una guía estable, firme, y cariñosa, tiene más probabilidad de sufrir un nivel menor de estrés o malestar a la hora de enfrentarse a las dificultades, inestabilidades y decisiones importantes de la adolescencia. 

> MODELO DE DESARROLLO POSITIVO DE LAS 5 CES

El modelo de desarrollo positivo de las 5 Ces se enfoca en las potencialidades que todo adolescente posee y se centra en desarrollar las habilidades sociales y competencias personales, cognitivas y conductuales que van a favorecer el bienestar, el desarrollo saludable, el éxito social, académico y profesional. 


Desarrollar las siguientes competencias, basadas en el trabajo de Little, Roth y Brooks-Gunn y Lerner, funcionará como un factor de protección ante las dificultades de la vida, al potenciar la resiliencia y la preparación de los y las adolescentes para el paso a la vida adulta. Estas son:

 

  • Competencia: buen desempeño en el área social, académica, cognitiva y vocacional. Incluye habilidades sociales como la asertividad, la toma de decisiones y la resolución de conflictos.

  • Confianza: sentido interno positivo de autoestima, autoeficacia e identidad.

  • Conexión: vínculos positivos con personas -familiares, iguales, compañeros/as- e instituciones.

  • Carácter: respeto para las normas sociales y culturales, adquisición de modelos de conducta adecuada, moralidad, integridad y autocontrol.

  • Cuidado y compasión: simpatía y empatía con los demás.

  • Contribución: surge cuando todas las características previas están presentes, y se refiere a lo que el/la joven se aporta a sí mismo/a, la familia, la comunidad y la sociedad.

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El rol de los padres durante la adolescencia es más complejo debido al nuevo equilibrio que han de encontrar entre el papel de guía para sus hijos/as y la creciente autonomía que les deben ir aportando para su toma de decisiones y óptimo desarrollo. Resulta fundamental que padres y madres potencien estas capacidades en el entorno familiar:

  • Mantener el diálogo abierto, sin pasar de progenitor a amigo/a de sus hijos/as. Si, durante su vida, la persona ha tenido la experiencia de unos progenitores sensibles y disponibles a escuchar, es más probable que se convierta en un adolescente abierto al diálogo, consiguiendo competencias empáticas y sociales, y capacidad de establecer vínculos positivos. 

  • Establecer una disciplina firme y cálida, ofreciendo explicaciones sencillas y adaptadas al momento y nivel madurativo de cada menor. Esto facilita el respeto por las normas,  la confianza en la autoridad y el respeto a los demás y a uno mismo, aumentando la capacidad de razonamiento y la comprensión de las relaciones causa-efecto.

  • Estar abiertos y dispuestos a reconocer sus fallos, frustraciones y decepciones. Así dan la posibilidad a sus hijos/as de tener una visión realista de las personas adultas y evitar expectativas irreales que pueden afectar a la autoestima y el sentido de autoeficacia. 

  • El ejemplo es fundamental y más importante que las palabras. A través del ejemplo, los aprendizajes se afianzan de forma más fácil y profunda. Además, unas palabras incoherentes con el ejemplo práctico son inútiles y suelen ser fuente de confusión para niños/as y adolescentes.

Infos

>FUENTES CONSULTADAS:

  • Oliva, A., Hernando, A., Parra, A., Pertegal, M. A., Ríos, M. y Antolín, L. (2008). La promoción del desarrollo adolescente: Recursos y estrategias de intervención. Sevilla: Consejería de Salud de la Junta de Andalucía.

  • Urra, J. (2009). Educar con sentido común. Aguilar.

> ARTÍCULOS DE PROFESIONALES:

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