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Algunas definiciones

ABANDONO ESCOLAR PREMATURO o TEMPRANO: 

Se define como el porcentaje del alumnado entre 18 y 24 años que cuenta con un nivel de estudios básico, que en España se corresponde con 4º de la ESO, el último curso de la escolarización obligatoria. Se refiere a aquellos jóvenes que no continúan sus estudios al terminar el periodo obligatorio. Como destaca Cruz Orozco, es un indicador clave de la calidad del sistema educativo, especialmente en el contexto de la Unión Europea, donde su estudio, análisis y visibilización están adquiriendo cada vez más relevancia, con el objetivo de proponer mejoras. 

ABSENTISMO ESCOLAR:

Se refiere a la falta de asistencia a clases de forma injustificada por parte de un menor en edad de escolarización obligatoria; que en España es entre los 6 y los 16 años. En este caso se está incumpliendo un derecho fundamental como es el derecho a la educación, que podemos encontrar en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (ONU, 1948) y en la Constitución Española (1978). Además, esta ausencia injustificada suele ser un impedimento para conseguir finalizar los estudios obligatorios; por tanto, la relación entre el absentismo y el fracaso escolar es clara.

 FRACASO ESCOLAR:

Aunque son muchas las aproximaciones, definiciones y enfoques, suelen coincidir en una de sus principales consecuencias: la falta de adquisición de las competencias básicas que son necesarias para integrarse en el mundo laboral al terminar la enseñanza obligatoria. En España, esto significa no obtener el título de graduado en Educación Secundaria Obligatoria (ESO); lo cual limita el acceso a trabajos cualificados y más especializados, que suelen estar mejor remunerados y ser más estables. Esto, junto a otros factores, provoca un mayor riesgo de exclusión social y económica, como explica Marchesi. Los efectos en la sociedad y la economía también son nefastos, aumentando la polarización social y disminuyendo el crecimiento económico a largo plazo.  

 

Como veremos en el siguiente apartado, las razones explicativas y las medidas para afrontarlo, no pueden ni deben centrarse solo en el estudiante. La responsabilidad e influencia de factores externos, como la familia, el sistema educativo, la escuela y el entorno social, son cruciales. Como destacan las maestras María del Mar Ortigosa y Dolores Ferriz “al hablar de fracaso escolar podríamos generalizar y hablar de fracaso educativo, familiar, social y administrativo”.

MOTIVACIÓN:

La motivación es el motor del aprendizaje e influye en la calidad del aprendizaje y el rendimiento del alumnado, junto con otros aspectos como la calidad de enseñanza del profesor, esto es, la adecuación entre sus intenciones y estrategias de enseñanza. Es uno de los factores de protección frente al fracaso escolar y el absentismo. 

En la motivación influyen, sobre todo, factores personales como el autoconcepto, las metas de aprendizaje, los estilos de atribución causal, y también factores externos como el estilo educativo parental, las expectativas de los docentes hacia el alumnado, las alternativas de futuro y las oportunidades laborales que ofrece la sociedad. 

De forma general, podemos hablar de dos tipos de motivación: intrínseca, cuando nace de la propia persona que desea aprender y superarse a sí misma; y extrínseca, cuando la acción responde a objetivos externos. Los efectos en el proceso de aprendizaje y los resultados obtenidos son muy diferentes según sea el tipo de motivación y los veremos en el siguiente apartado.

> ATENCIÓN:

Es la habilidad de enfocar nuestra mente en una tarea o información específica. Es una función neuropsicológica compleja, al estar compuesta por diferentes mecanismos que trabajan de forma coordinada para seleccionar y filtrar del entorno los estímulos importantes para ejecutar una acción concreta. 


En el entorno educativo, una buena atención es fundamental para que los estudiantes escuchen, sigan instrucciones, lean y puedan entender, de tal forma que adquieran nuevos conocimientos.

> CONCENTRACIÓN:

Es la capacidad de mantener la atención  durante un cierto tiempo, mientras se ejecuta una tarea concreta o un proceso mental. Implica la decisión voluntaria y consciente de mantener la atención en un proceso o labor en especial. 


Lo esencial es saber cómo mejorar estas capacidades ya que son básicas para el proceso de enseñanza-aprendizaje junto con la MEMORIA. Hay que destacar que “sin memoria no hay aprendizaje”, como explica J.R. Gamo ya que la memoria a largo plazo va a permitir al alumno asociar el nuevo conocimiento con datos previos y así poder comprenderlo. 

definiciones
estudios

Qué dicen los estudios

En este apartado presentamos datos de diversos estudios que analizan los factores de riesgo asociados al absentismo y al fracaso escolar con el objetivo de detectarlos, reducirlos y contribuir a su prevención y mejora. También ofrecemos datos y reflexiones sobre qué está ocurriendo con la capacidad de atención y concentración del alumnado y cómo está afectando a su aprendizaje. Encontráis los enlaces de estos en el apartado “Fuentes y recursos de interés”. 

ABSENTISMO ESCOLAR

Como destaca Cruz Orozco (2020), son varios los estudios y referencias académicas, sociales y educativas que muestran que el absentismo escolar sigue siendo un problema significativo en España, aunque a menudo no se le dé la visibilidad que requiere. Esto hace pensar que el hecho de alargar la etapa obligatoria hasta los 16 años no ha resultado ser una medida efectiva por sí sola. 

Siguiendo el amplio estudio de Rué (2005), los riesgos relacionados con el absentismo escolar ocurren dentro y fuera de la escuela, ya que la educación se da tanto en el centro escolar, como en la familia y la comunidad; y, por tanto, la clave del éxito escolar es la coordinación de las actuaciones educativas que se dan en estos tres ámbitos. Además, la detección temprana es fundamental para evitar que la situación de absentismo evolucione hacia otros comportamientos más riesgosos.

El objetivo primordial para un/a alumno/a que está en situación de riesgo de abandono escolar, como para cualquier otro/a, es su desarrollo global. Para ello, hay que atender tanto a sus necesidades formativas como a su socialización, su autoconfianza y autoestima. 

Medidas de intervención para el absentismo escolar:

Deben realizarse en red de la mano de distintos agentes dentro y fuera del centro educativo, especialmente partiendo del profesorado, con la colaboración de las familias y el apoyo de los servicios locales y comunitarios. De esta manera se podrán compensar las situaciones personales y sociofamiliares desfavorables desde la escuela.

Medidas sancionadoras como la expulsión del alumno/a no van a conseguir corregir su conducta sino todo lo contrario.  Da más frutos involucrarle en su aprendizaje e integrarle en el centro escolar mediante un plan concreto que incluya a la familia como corresponsable de su formación. 

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> FRACASO ESCOLAR

El fracaso escolar es un problema grave en la mayoría de los países europeos y concretamente en España, siendo complicada su cuantificación. Escudero y Martínez defienden que debe atenderse de forma global y profunda, implementando cambios que transformen la organización del sistema educativo en su conjunto. Es fundamental la implicación y acción coordinada de todos los niveles del sistema y de sus respectivos agentes. El objetivo es garantizar una educación universal y de calidad donde todos los alumnos y alumnas aprendan, reduciendo las desigualdades y evitando poner el foco en las necesidades especiales de unos pocos. 
Según la OCDE una puntuación menor al nivel 2 en las competencias que evalúa PISA representa un alto riesgo de fracaso escolar. Estas carencias en el aprendizaje se traducen en más barreras a la hora de encontrar un empleo, tener una estabilidad económica y una situación social aceptable en un entorno cada vez más competitivo y cambiante. El estudio de Calero, Choi y Waisgrais (2010) sobre la situación del fracaso escolar en el ámbito educativo español destaca lo siguiente:

  • Entre las variables personales, se observa que las chicas muestran un riesgo menor de fracaso escolar en comparación con los chicos; ya que su rendimiento es mayor (excepto en las pruebas de ciencias y matemáticas) mientras que los/as estudiantes que repiten curso presentan mayor probabilidad de fracaso escolar. Como destacan Mirete y col. también hay que tener en cuenta el nivel de autoestima, el tipo de estrategias de aprendizaje, la relación con los iguales que tiene cada alumno/a, su capacidad resiliente y su motivación. 

 

  • Las variables familiares tienen un gran peso: la familia es el primer ámbito educativo de la persona e influye de forma profunda en sus hábitos, forma de relacionarse, importancia dada al estudio, etc. Según el estudio, padres de trabajos cualificados, económicamente activos, y hogares dotados de materiales educativos con un buen uso de estos, reducen la probabilidad de fracaso escolar. El alumnado que viene de otro país, si además tiene que adaptarse a un nuevo idioma presenta un riesgo mayor, sobre todo al inicio de su adaptación. Eventos difíciles como separaciones, divorcios, enfermedades graves o fallecimientos de familiares afectan al rendimiento escolar. 

 

  • Las variables relacionadas con las características del centro escolar indican un riesgo considerablemente menor en el alumnado de centros públicos frente al de centros privados, aunque otros estudios (Calero y Escardíbul, 2007) encontraron que el efecto de la titularidad es neutro. La variable que observan reduce en un 40% el riesgo de fracaso escolar es la contratación de un/a orientador/a en el centro educativo. También estudiaron los llamados “efectos compañero” y comprobaron que la cantidad de alumnos migrantes solo aumenta el riesgo de fracaso escolar cuando supera el 20% del alumnado total del centro (otros estudios apuntan al 40%). El riesgo es menor en aquellos centros con más proporción de alumnado femenino y donde los padres tienen un nivel educativo alto. Como explican Ortigosa y Ferriz, un contexto sociocultural alto hace que el centro aumente sus expectativas, mejore sus resultados, haya más exigencias y apoyo por parte de las familias y el clima del centro sea positivo. Por tanto, habrá que atender e intervenir de forma específica para solventar las dificultades de los centros situados en contextos sociocultares bajos.

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Propuestas de prevención y mejora

 

ABSENTISMO Y FRACASO ESCOLAR

Basándonos en los datos de los estudios mencionados y en nuestra experiencia con menores y sus familias recomendamos que, desde las administraciones educativas y la práctica de los centros escolares, se tengan en cuenta varios aspectos para reducir el fracaso escolar:

Desde la administración educativa:

  • Revisar el sistema educativo y sus criterios de evaluación, convirtiéndolo en garante de una educación inclusiva y de calidad, con medidas que reduzcan el fracaso escolar.

  • Disponer de profesionales especializados en orientación escolar, según el número de estudiantes de cada centro y en atención a la diversidad.

  • Distribuir al alumnado migrante y con necesidades educativas de una forma equilibrada entre los distintos centros de una misma zona. 

  • Ofrecer herramientas y ayuda a las familias, sobre todo a aquellas con un nivel socioeducativo más bajo o con menos recursos educativos.

  • Favorecer metodologías activas y conocimientos significativos, motivadores y aplicables a la vida cotidiana. 

  • Dar una formación adecuada a los docentes para que sepan potenciar la motivación del alumnado, y ofrecerles espacios de reflexión y apoyo.

  • Disminuir el número de alumnos tanto por aula como por docente para poder dar una atención más individualizada. 

  • Escuchar las necesidades de los centros y negociar soluciones adaptadas a cada contexto.

Desde los centros educativos:

  • Generar un clima óptimo de aprendizaje, seguro y acogedor en el centro y en el aula donde cada estudiante se sienta valorado y respetado.

  • Personalizar el aprendizaje para cada alumno/a.

  • Mantener una buena comunicación con las familias, que permita conocer mejor a cada menor y su situación vital.

  • Hacer clases más amenas y cooperativas, como el trabajo por proyectos.

  • Reducir, en la medida de lo posible, el número de alumnos/as que repiten curso, ofreciendo clases de refuerzo y apoyo educativo.

  • Implementar metodologías adecuadas que afiancen los conocimientos y reduzcan las dificultades de aprendizaje.

  • Fomentar la participación e implicación de padres y madres en actividades promovidas por el centro. 

  • Valerse de otros agentes educativos que existen en la sociedad: otros centros, asociaciones, ONGs, profesionales, empresarios, comunidad local, antiguos alumnos, etc. 

  • Detectar los problemas y necesidades del centro, manteniendo una buena comunicación y colaboración con la administración educativa para encontrar soluciones específicas. 

ATENCIÓN, CONCENTRACIÓN Y MOTIVACIÓN

Investigaciones sobre la relación entre el ejercicio físico y el aprendizaje indican que la actividad físico-deportiva en el aula es un factor positivo para desarrollar las funciones cognitivas del alumnado, puesto que mejora la atención y la concentración, variables fundamentales en el proceso de aprendizaje. 


En cuanto al formato de las clases, el debate sigue abierto, ¿nos adaptamos a las nuevas características de los estudiantes y a la presentación de los contenidos (troceados, superficiales, inmediatos, entretenidos, prácticos, rápidos) o continuamos con las clases magistrales? Tanto los expertos consultados por la UOC y Accenture, como la neurodidáctica, entre otras disciplinas y estudios, coinciden en que los hábitos de estudio y trabajo son esenciales para aprender. Familias y profesionales debemos ayudar a los/as estudiantes a crear estos hábitos y a reducir las distracciones. 

También es necesario incidir en su motivación personal. Basándonos en la experiencia y los estudios de expertos como Gamo: 

  • Partir de actividades motivadoras que despierten su curiosidad e interés y favorezcan su deseo natural de aprender.

  • Identificar el conocimiento previo de los/as estudiantes respecto a la materia, ya que para aprender asociamos lo nuevo con lo que ya conocemos.

  • Explicar en primer lugar el vocabulario básico que desconozcan para que lo puedan incorporar y entender así los nuevos conceptos.

  • Utilizar más canales en el aula además del primordial, que es el lingüístico, como el procedimental porque les ayuda a comprender la información.

  • Aportar contexto ya que da sentido a la nueva información y les ayuda a conectarla con lo que ya saben. Así incluimos la creatividad y la intuición, claves en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

  • Ayudarles a fortalecer la función ejecutiva, que además de la atención, concentración y memoria, se refiere a la capacidad de proyectar, imaginar, planificar, tomar decisiones y saber posponer el placer inmediato para perseverar, proyectarse al futuro y recibir una recompensa en el medio y largo plazo.

  • Más importante que el tipo de metodología que utilice el profesor es que crea en ella, es decir, que haya coherencia entre lo que piensa, dice y hace, y lo sepa transmitir a su alumnado. 

  • Cuidar la relación afectiva entre el/la maestro/a y sus alumnos/as pues contribuye a que niños, niñas y adolescentes tengan la certeza de que van a progresar gracias a su esfuerzo y al acompañamiento de sus profesores/as. 

propuestas

MOTIVACIÓN

En el estudio de Mirete, Soro y Maquilón se explica que la motivación intrínseca va emparejada con un estilo de aprendizaje profundo, es decir, de curiosidad, interés por la tarea y autosuperación; mientras que la motivación extrínseca se relaciona con un aprendizaje más superficial, donde lo importante es ejecutar la tarea y cumplir con objetivos que están reconocidos socialmente. Con la primera, el/la estudiante realiza un aprendizaje comprensivo y más duradero, mientras que en la segunda el aprendizaje es más memorístico y cortoplacista; aunque también observan que en muchas ocasiones el alumnado consigue mejores calificaciones con este tipo de aprendizaje, por ello, es fundamental revisar el modo de evaluación y la metodología de enseñanza.  

 

La motivación y la falta de interés está muy relacionada con el fracaso escolar. En el citado estudio, esta resulta ser el segundo factor explicativo del bajo rendimiento del alumnado de secundaria, por lo que proponen cambios en la metodología de las clases o programas específicos que la potencien. Hay que tener en cuenta también que una buena planificación del tiempo y las tareas, mantener hábitos de estudio diarios y ponerse metas ajustadas y alcanzables aumenta la autoconfianza, el autoconcepto, el rendimiento académico y, por ende, la motivación. 

ATENCIÓN Y CONCENTRACIÓN

La capacidad de atención humana ha descendido casi 4 puntos en 15 años; en el año 2.000 se situaba en 12 segundos mientras que en 2.015 baja a 8,2 segundos, tal como nos informa un estudio de la Universitat Oberta de Catalunya y Accenture sobre las tendencias actuales en el consumo de contenidos digitales por parte de jóvenes entre 14 y 35 años. 


Además, es nuestra atención lo que las empresas digitales quieren conseguir a toda costa. En el entorno sobreinformado e inmediato en el que vivimos, elegir donde poner el foco es una tarea difícil aunque fundamental para nuestro bienestar global. 
 

El informe también destaca que el formato en papel facilita la concentración frente al soporte digital, que provoca el efecto de “mente errante” con pensamientos ajenos a la lectura. Esto se debe a que presenta muchas más distracciones como la recepción de notificaciones y la multitarea. A esto se une que el 70,3 % de las personas jóvenes utilizan el móvil para la lectura digital por lo que no es de extrañar que la capacidad de concentración se esté debilitando en los últimos años. Todo ello aumenta el reto del profesorado y abre un debate acerca de cómo presentar los contenidos a los/as estudiantes.  

 

Es importante remarcar que la adquisición de conocimientos depende de muchos factores como la edad, la clase social y los hábitos de ocio. Destaca el estudio que los jóvenes con mejor comprensión lectora y con más capacidad de recompensa diferida son los que tienen más estudios, cuentan con un entorno socioeconómico más favorable y llevan a cabo más actividades de ocio fuera de casa, por lo que resulta urgente llevar a la práctica programas que fomenten el hábito lector y el gusto por la lectura con población vulnerable. 


YouTube es la herramienta didáctica favorita de las nuevas generaciones y está muy extendida para apoyar la preparación de exámenes, conocer nuevas materias escolares y entender los contenidos tratados en clase. La información se ofrece de forma troceada a través de contenidos muy cortos, siendo los videos preferidos los de 42 seg.


La falta de profundidad en la presentación de los contenidos elimina los espacios de debate y reflexión. 


Este es un punto importante que habría que revertir si queremos que los/as estudiantes desarrollen pensamiento crítico y sean protagonistas en la construcción de su conocimiento. Tal como explica el psicólogo José Ramón Gamo, cuando más aprende un niño/a o adolescente es cuando explica lo que ha visto o escuchado a sus compañeros y se inicia un debate sobre el tema tratado frente a la mera escucha del profesor/a. Datos como este están basados en criterios científicos, tal como difunde la neurodidáctica, que es la aplicación de los descubrimientos de la neurociencia y la neuropsicología a la educación, es decir, al aula. 
 

Por su parte, los alumnos y alumnas explican que a menudo se aburren durante las clases y que les gustaría que los docentes se esforzaran por presentar los contenidos de forma más atractiva, que les genere curiosidad o les haga partícipes de la dinámica del aula. Valoran muy positivamente que el maestro exponga casos prácticos que puedan conectar con su vida real y con la actualidad que están viviendo.​

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